Estamos muy contentos por presentarles a un miembro muy querido de la familia VEROZ, Ricardo Cueva, es un deportista amateur que nos cuenta un poco de cómo disfruta el deporte desde pequeño. Conocer de cerca a gente que ama el deporte, tanto como él, nos permite comprender que todos podemos tener un corazón VEROZ, apasionado, disciplinado, capaz de superar los obstáculos y límites que otros no se atreven. De su propia voz, plasmada en estas letras, nos permite entrar en su vida y conocer cercanamente las cosas que lo hacen ser quién es, en el deporte. A corazón abierto, este apasionado deportista nos comparte un poco de su vida:
Mi nombre es Ricardo Cueva (Ritch), tengo 37 años. Soy originario de Mérida, Yucatán, y desde los 9 años realizo deporte por diversión a nivel amateur. Actualmente practico Karate Do, Running y Ciclismo de Ruta, estos 3 de forma periódica cada semana; sin embargo, de forma ocasional, juego un poco de fútbol, hago skimboard y cuando hay la oportunidad le meto al senderismo. Me considero "Sportaholic".
Soy licenciado en Derecho. Desde hace 3 años y medio trabajo en una Constructora, en el puesto de Gerente de Soporte Estratégico. Mi comida favorita es la italiana y mi platillo favorito es el espagueti a la boloñesa y de vez en cuando una buena rebanada de pizza.
No soy fan de describirme a mí mismo, pero si tuviera que hacerlo en una palabra, la palabra sería: Tenaz... ya que una vez que me pongo un objetivo, me disciplino para conseguirlo.
Mis héroes deportivos son dos: Jorge Campos "El Brody", un futbolista fuera de serie, original, valiente y multifacético; y Reinhold Messner, un escalador empeñado en el estilo Alpino Original, el cual fue la primera persona en escalar las 14 montañas más altas del mundo sin oxígeno suplementario.
Mi inspiración para ser entusiasta del deporte, vino de mí mismo y mis ganas de no quedarme estancado haciendo lo mismo siempre. Durante mi vida he pasado por varias etapas: la primera en la que solamente jugaba fútbol soccer; la segunda en la que jugaba fútbol soccer y un poco de fútbol bardas; la tercera en la que jugaba fútbol bardas y fútbol 7; la siguiente en la que además del fútbol bardas y 7, empecé con el running; luego le dedicaba 80% al running y un 20% al fútbol bardas; luego regresé al fútbol soccer, sin dejar el running; luego volví al fútbol bardas y al fut7, por lo que al running lo dejé para únicamente los fines de semana; luego tuve una breve etapa (2 años) en la que me metí en el mundo del montañismo, combinándolo con el running y con el box; luego empecé con el karate do y al día de hoy lo combino con el running y el ciclismo con el que apenas llevo 2 años de práctica.
El deporte es un estimulante y a la vez relajante para mi y además es bueno para la salud, por lo que mientras mi cuerpo aguante, no dejaré de practicar y entrenar.
El fútbol fue el primer deporte en mi vida, pues toda mi familia es fanática, y mis hermanos también lo practicaban, así que crecí con una cultura futbolística extensa. Luego decidí empezar a hacer running por que unos amigos me animaron, y sobre la marcha le agarré ya que se me hacía un deporte retador, la idea de ponerme objetivos de tiempos y de distancias que me retaran día a día, me encantaba.
Al karate do llegué por circunstancias médicas, pues yo estaba metido en el box y en el montañismo, cuando un problema de coágulos puso en jaque mi vida y tuve que explorar otros deportes en los que no tuviera tanto contacto físico; por lo que probé el karate do y a los 3 meses ya estaba decidido a presentar mi primer examen.
El ciclismo para mí fue una forma de variar al running, pues ya me sentía estancado, y aprovechando los ahorros obtenidos gracias a la pandemia, pude comprar mi bicicleta y probar un nuevo mundo, aunque cabe decir que solamente un día a la semana lo practico y, aunque me encantaría practicarlo más veces entre semana, con el karate y el running se me complica. Los demás deportes que llevo a cabo de vez en cuando, los empecé a practicar por ocioso y ahora son un hobbie cuando de plano necesito variarle a la rutina.
¿Qué escucho cuando me ejercito? Pues, cuando hago running no suelo escuchar música, ya que me gusta estar al pendiente de mi camino; sin embargo, si alguien más lleva música para que todos escuchemos, suelo pedirle rock en inglés. En el karate do, por la solemnidad no solemos escuchar música en los entrenamientos, salvo que sea un entrenamiento casual, y para el cual escuchamos rock de los 80's, sobre todo los soundtracks de las películas. Hablando de películas, mis favoritas en temas de deportes son Rocky IV y We are Marshall, aunque también disfruto de una buena película de fútbol americano.
Cuando compito, paso por un proceso que se mezcla con varias emociones: ansiedad desde las horas previas y hasta terminar el calentamiento; nerviosismo al entrar al campo de juego (calle si es running, campo si es futbol, tatami si es karate); confianza y excitación durante la competición y satisfacción o tristeza dependiendo del desempeño que haya tenido al finalizar. Mi etapa de nervios antes del inicio de la competencia, dura muy poco; apenas comienza, los nervios mágicamente se van y la confianza florece. En lo personal, la concentración durante el calentamiento y el distraerme con chistes, me ha ayudado a no sucumbir ante los nervios de la competencia.
El practicar deporte y entrenar para ello, ha sido para mí muy satisfactorio, pues me vuelve una persona plena, con energía y buenos hábitos. Desde luego, el ejercicio también me ayuda a poder comer prácticamente lo que yo quiera, sin que tenga un efecto adverso en mi cuerpo: la disciplina deportiva y alimenticia no está peleada con la diversión y la alimentación no rigurosa.
Todas las competencias o entrenamientos las hago para mí mismo; las metas me las pongo yo mismo, así como mis límites. Sin embargo, cada entrenamiento o competencia va con dedicatoria especial hasta el cielo para mi Abuelito.
Tengo 2 entrenadores que me han hecho crecer como deportista y persona: uno de fútbol (H. Cáceres), quien me hizo enfocarme en objetivos, me ayudó a mejorar mi técnica, con y sin el balón, siempre confiaba en mí, mostrándome que estaba lleno de potencial aún cuando ni yo mismo lo veía. El otro entrenador es mi sensei de Karate Do (F. Hernández), quien en el momento oportuno me dio la oportunidad de practicar este arte marcial, que me otorgó la resiliencia necesaria para superar física y mentalmente el momento más duro de mi vida y, a su vez, me ha dado nuevos objetivos por los cuales vale la pena entrenar y para adentrarme de lleno en este deporte. A ambos les estaré eternamente agradecido.
¿A qué renuncio por dedicarle mi vida al deporte? Quizás lo único a lo que renuncié para una competencia, es a tiempo con mi esposa y amigos, pero a su vez todos los deportes que he practicado me han dejado muchos amigos para toda la vida. Y aunque sacrifique tiempo valioso con ellos, sé que seguiré contando con su apoyo, por lo que seguiré entrenando y compitiendo en lo que pueda y mientras mi cuerpo aguante.
Mi lugar favorito para competir…No tengo un lugar preferido, me adapto a cualquier horario y locación.
Para ser un ganador a nivel amateur no hace falta ganar un primer lugar. Lo único que necesitas es disciplina para entrenar y disfrutar el proceso de preparación y la competencia; si la competencia es divertida, entonces debes considerarte un ganador y estarás satisfecho con tu esfuerzo.
Para mí, lo más importante de entrenar y competir es la convivencia con personas con gustos afines a los míos. El entrenamiento y la competencia desde luego son importantes, pero es aún más importante las salidas a cenar o a almorzar con mis compañeros de equipo, pues estos afters, junto con la práctica del deporte, forman parte del proceso de liberación de estrés y de conformación de grupo para trabajar en equipo.
Lo que más añoro conseguir como deportista, es lograr mantenerme activo y con buena salud por toda mi vida. Si pudiera practicar otros deportes, sin duda regresaría al montañismo y al box e incluso probaría el kitesurf.
Las anécdotas que más me han marcado, se las dejaré para más adelante, pues hay varias y haríamos esta pequeña plática bastante extensa.
Mi mayor logro deportivo, ha sido ser campeón nacional de karate do, pero no menos importante para mí ha sido haber terminado 4 medio maratones y un cuarto de ultra maratón, y los distintos campeonatos en fútbol que he ganado, a mi corta edad.
La lección más importante que me ha dado el deporte, ha sido no confiarme, pero tenerme confianza; disciplinarme, pero divertirme; y sobre todo, no renunciar por incapacidad o cansancio.
A todos los que estén iniciando algún deporte, les aconsejaría probar varias disciplinas hasta encontrar la que más les llene de satisfacción y les divierta. No se encasillen en una sola opción, pues todos tenemos distintas y diversas capacidades y si no probamos cosas diferentes, nos estancaríamos, y este mundo, y nosotros, estamos eternamente en movimiento.
-Ritch